Neurotoxinas de azucar
Temed lo que traguéis
Ya que hoy he salido más temprano aprovecho para hablar de un tema de vital transcendencia del que me enteré hace dos semanas.
En IU.es.EY (es decir los Estados Iunaited), se han detectado ya en lo que va de m
es, más la suma de una semana y tres días, siete muertes por una misma causa.
Hasta ahí todo normal (o no, puede que a algunas personas siete muertes por un mismo motivo puedan suponerle...no se yo...raro, misterioso o incluso en algunos casos insuficiente).
El caso es que, cómo no, como toda buena película de miedo norteamericanista lo importante es el "modus de morire". Y es que el motivo de la muerte es por una ameba devora cerebros.
Podríais pensar que esta noticia es típica de El Mundo (http://www.elmundo.es/elmundosalud/2007/10/01/medicina/1191240512.html)
pero claro, cualquiera que me conozca sabe que yo no leo ese gran periódico de titulares periodisticos y certeros. Yo me conformo con mis cosillas, con mis temitas, un poquito de La Rosa de los Vientos por aquí, un poco de cuasiperiodistas de lo paranormal por allá...en fin, mis cosillas de ser insignificante muy alejado de la verdadera información actual.
Pero...que pasará cuando os bañéis en el chorro, cuando os caigáis a un charco y os traguéis sin querer medio litro de barro, cuando estéis en una piscina que no tiene el producto que tiñe cuando un "no niño" se hace pipí. ¿Entonces recurriréis a Dios?, ¿a Buda?, ¿a que en época de Franco se vivía mejor?...no, entonces recurriréis a un personaje (que sólo existe en Eh!Eh!Uh!Uh!. Un personaje cuya profesión es analizar la flora bacteriana de los lagos, rios y balsas de agua para el ocio (luego la gente se asusta si en Japón hay notas que empujan para que la gente quepa en el metro).
Bien, este analizador ató cabos cuando descubrió que en siete puntos distintos de su país se encontraron personas con el cerebro (y el cerebelo) devorados. El calentamiento global ha despertado a la que (seguro que algún periodista destacado) conocerán como la.....chachán...Ameba Zombi. No me he leido la noticia de "El Mudo", lo mismo ya lo han escrito o la información es contradictoria.
Ahí os dejo eso. Temed. Temed cuando traguéis agua calentita porque algo puede acabar devorando vuestros conocimientos.
P.D: Claro, también es cierto que en caso de no tener cerebro no hay problema, sólo se sentirá uno un poquito más ligero.
7 comentarios:
Cuando yo era chicuelo y me iba con mi padre a la huerta, bebíamos agua de los charcos creados por una lluvia matinal. Entonces era mejor que beber Lanjarón. Ahora, mi querido padre me tiene terminantemente prohibido hacerlo. No creo que conozca la existencia de la ameba zombie esta, pero sí la misteriosa muerte de los pobres gorriones que hunden sus piquitos en estos charcos mortales.
Eso sí, los famosos becerros de dos metros de altura (que tanta pasión han desatado entre nuestra pequeña comunidad hispalense) han bebido albercas enteras de agua con más vida que la discoteca Pachá. Y ahí siguen, creciendo descomunalmente.
Desde luego los amantes de la prensa seria (esos yonquis...) estarán muy decepcionados al leer un titular-fiasco tan grande en EL MUNDO (oooohohohoohohoh!!!!): "La Ameba que come cerebros" (o algo así...). Sin embargo, un vulgar acólito del periodismo de patatas fritas y fantasmitas (me pregunto si el otro no lo es también...) salta con un titular certero, informativo, conciso, explícito, evidente, un titular que se cierra sobre sí mismo y lo explica todo, un aleph de titular, vaya: "La Ameba Zombie". Y ya está, tio, y ya está, porque de lo que va todo esto es de las amebas zombies y una ameba que come cerebros es sin duda un zombie,al definirse estos por la ingestión empedernida de sesos. Por lo demás, no os preocupéis por la naturaleza de lo que bebéis sino por la cantidad.
Sabio y certero ha estado Pasticcio. Yo añado que me niego a tirarme al agua tapándome la nariz con los dedos, porque tal actitud repercutiría negativamente en las posibilidades de meterla en caliente que tengo (pocas.)
Besitos
y como todos sabemos meterla en caliente (o que te la metan caliente) es lo que de verdad importa, o si no, ¿a qué viene tanta parafernalia?
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