lunes, 8 de junio de 2009

Neurotoxinas de azúcar

Repet-irte
Llevaba yo tiempo pensando en hacer un post sobre la original, a la par que estupida, ocurrencia de acabar el nombre de un establecimiento con la palabra arte. . Dejo un espacio en blanco para representar el hueco donde despreciaría sin fin a ese/a dueño/a de local/a que se sienta por primera vez a felicitarse por su gran imaginación. Paso a dar algunos ejemplos de nombres que voy a registrar como Obras de arte para que el día que un inepto abra las puertas de su empresa me tenga que pagar. Zas, en toda la boca:

Masaj-arte. Para un masajista gayer (con un mechón de pelo más largo y tintado de blanco) que no tiene otra manera de tocar una pilila).

Retras-arte. Para un médico del cerebro (como los de Monty Pithon).

Reproch-arte. Para una agencia matrimonial preocupada por las parejas modelnas.

Diseñ-arte. Para un trabajo tapadera, es decir, aquel que un papá rico crea para su niña de ideas liberales.

Y mi gran creación:

Masturb-arte. Para un sex shop que pretende encontrar un hueco diferente en el mercado de la pornografía.

Empleados diez minutos de mi vida en este estúpido post me siento más persona, más libre, mejor.

martes, 12 de mayo de 2009

Neurotoxinas de azúcar


Perdidos o en fase de perderse
Subo a uno de los autobuses que me lleva a casa. En una de las paradas entra una mujer de las que lo ha perdido casi todo. Se sienta junto a mí y parece un fantasma de las películas de terror chino. Al cabo de un rato grita y asusta a la mayoría de la gente. Veo que observa cuatro monedas en la palma de su mano, asustada porque le parecen insuficientes para lo que tiene que hacer. Luego ya se lo que va a pasar, más o menos, no es la primera vez que me pasa algo parecido. Con cara de pánico levanta la cabeza y busca ayuda. Estoy a su lado, más alto que ella, mejor, y me pregunta varias veces ¿una?. Le convenzo después de un rato de que tiene seis euros y ella no deja de mirar su mano una y otra vez. Cuando vuelve a la realidad se tranquiliza. Tiene dos monedas de dos euros y otras dos de uno. Era eso. Con cara de pena me pide perdón varias veces y guarda las monedas. Después se gira hacia la ventana y se esfuerza por sacar una servilleta de bar sin que nadie la vea. Se seca las lágrimas y recupera la compostura. Durante unos segundos ha vuelto a ser la que era. Al rato da otro grito y un pasajero rechoncho la mira con desagrado. Otra vez no es ella. Me bajo del autobús y evito pasar junto al bar donde siempre está Reyes, mi antigua jefa en las encuestas, otra mujer que lo ha perdido todo, y me siento como una mierda. Puede que ellas tengan algo que yo ya he perdido.

jueves, 27 de diciembre de 2007

Calypsocromía

"Dambam, daba laba tiqui tiqui"

Celebrando por ello el retonno del blog, retonnan también los ritmezuelos calypsocromáticos, sin más aclaraciones porque, como bien nos enseña Walter Arias, "la reaparición ideal es aquella que no hace referencia alguna a la desaparición que la precede". Borrachos todos y saturados todos de publiacidez, preguntémonos qué estará haciendo Harvey Keitel en este momento. La resp
uesta nos la da Martin Scorsese en "Malas Calles" (Mean Streets), en la fabulosa secuencia de la fiesta. Veamos a Harvey en el clímax de una perfecta Nochevieja apócrifa: http://es.youtube.com/watch?v=sCHJAEuSyVo Me encanta como le salpican con el sifoncillo, me encanta el temazo que suena de fondo (que provisionalmente bautizaremos como "dambam, daba laba tiqui tiqui") y me encantan esas guirnaldas improbables que cuelgan del techo. Estad prevenidos cuando vuestra educación universitaria y judeocristiana os insufle algo de pudor por los excesos de estas fiestas: os ocurrirá, incluso si sois ateos, aunque si sois ateos serán más bien las alarmas del decoro y el buen gusto las que salten. No os avergoncéis de no ser canadienses: sólo preguntáos qué estará haciendo Harvey Keitel en ese momento, dejaos guiar por su luz beoda, tararead el "dambam, daba laba tiqui tiqui" y... Mojad otro alfajor en vuestra copa.

Operario Estepario

domingo, 16 de diciembre de 2007

Neurotoxinas de azucar

Que frío hace en mi habitación. Escucho una y otra vez las mismas tres canciones. Me miro la rodilla y aunque no tengo herida ninguna se ve que me ha dolido la caída.

De todas formas hay un buen montón de estufas repartidas por ahí y eso siempre esta bien y es reconfortante. Una de ellas está justo en la habitación de al lado.

No, no parece que tenga nada en la rodilla. Me tendré que levantar, que con tan poco movimiento se me está olvidando hasta enchufar mi propio cable.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Neurotoxinas de azucar

La de-cadencia de la televisión pública

¿Qué hemos hecho con nuestra televisión?¿En que vamos a convertir a nuestra sociedad con espacios disolutos y que alimentan los pensamientos más insanos pagados por los impuestos de todos los que trabajáis.

Ayer por la noche sin ir más lejos, me peleaba yo por los restos de una pizza s
aturada de orégano mientras en la tele se escuchaba una musiquilla con silbidos y un "cha cha cha". El programa creo que se llamaba Muchachada Nui, o algo por el estilo.
Horrorizado pude ver una escena en la que dos marionetas-manopla -una con un bigotito a lo "¡Sansón el levantador de pesas!" y la otra con rizos pelirrojos- realizaron el acto de la cópula en su vertiente más extrema y descarnada (analizad onomatopéyicamente el cambio de postura del macho extraterrestre).
Para colmo se hace a lo largo del programa una crítica durísima contra la ilustre figura de Condoleezza ChocolatedRice (con un atentado con petardo a un soldadito de plástico), cuando lo cierto es que, como dice la Rice: "hay países que nada más que por el nombre hay que destruirlos".
Por todo esto, ¡y por otras cosas!, os recomiendo encarecidamente que os pongáis el youtube para ver la joya del imperio que nos regalaron ayer nuestros profetas.
Edgar Allan Borch

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Neurotoxinas de azucar

El esperado retonno

Heme aquí en la madrugada, después de un montón de tiempo sin actualizar el blog, escribiendo desde mi propia habitación.
Amigos míos, Bruno y yo tenemos Interneeeeeeeeeeé.

Después de tanto tiempo en silencio, de las múltiples regañinas de mis lectores...tres exactamente, voy a intentar retomar, si es que alguna vez lo tuvo, el equilibro vital de esta sarta de palabras malogradas.

Aprovecho la ocasión para señalar el nuevo nombrecito que aparece al final de Blogadictos. El señor Kamerovski se echa el blog a la espalda y ha abierto un espacio propio donde darle salida a todas esas grandes obras de arte que descansaban empolvadas en su cabeza o en mi correo de hotmail (ya que muchas ni las he publicado con mi dejadez).

Mientras recupero el aliento de la creatividad os anunció, después de que ya fuera dada la primicia en el Almacén de temblores de Pak, de que el señor Kamero y yo preparamos una Recopulación de canciones de fuerte carga sexual. Largo es el trabajo que nos queda por delante…largo pero también satisfactorio ya que aunque el disco nos salga malo –cosa que dudo- el morao que nos vamos a pillar elaborándolo curara un posible fracaso.

- ¡A positivar!.

Edgar Allan Borch

jueves, 22 de noviembre de 2007

Neurotoxinas de azucar

No puede haber nada más frustrante que estar en paro, sin dinero, meterte en 3 cibercafés y que ninguno tenga ni el word ni me permita publicar la entrada de paco y que después me deje el regalito.
Se lo perdono por:
Dentro de poco tendré internet.
Me soporta lo insoportable.
Me bebe lo que no está en los escritos.
Se acuesta conmigo.

Paco me lo envió a tiempo, pero ya no dispongo de las ventajas de un interrrrrneeeeee en de grati.

Oooooonessssteshiiiiaaaaaaa

martes, 13 de noviembre de 2007

Neurotoxinas de azucar

Sin comentarios: http://www.youtube.com/watch?v=jgdB_A0uYx4

P.D: Bruno, gracias por hacerme un poco más persona.
P.P.D: Poneros varias veces seguidas la imitación de Miguel de la Quadra-Salcedo.

Comentarios Bizantinos

I don't like mondays (vol. 1)

Camaradas, comienza aquí una subsección de “Comentarios bizantinos” cuyo autor pretende convertirla en semanal. El título, como prácticamente la totalidad de lo que en adelante aparecerá aquí, tiene una explicación fundamentalmente sentimental: la canción homónima (
http://www.youtube.com/watch?v=POl4vFp-5os) despedía siempre, las noches de domingo, el primer programa de música que empecé a escuchar de pequeño. La verdad es que no recuerdo cómo se llamaba; sólo que el criterio de programación era, por ser amables, y dentro de cierto formato más o menos rock, disparatadamente incomprensible, una tendencia al eclecticismo incontrolado que ha caracterizado mi manera de escuchar música sobre todo en los últimos años (lo que explica, supongo, mi dulce tránsito del apostolado inocente del metal alemán a la cultura de discjockeys). Hay otro motivo: los lunes, intuidos desde las tardes de domingo, siguen siendo ligeramente crueles, como si uno estuviera condenado a sentirse siempre camino del colegio sabiendo que no ha hecho los deberes. El objetivo, por lo demás, va a ser bien simple: escapar de la espantosa y agotadora tiranía profesional de la actualidad y el rigor y proponer, sin más pretensión que las ganas de compartir, lo que de verdad da sentido a una pasión: el consumo caprichoso e irresponsable. En algunos casos, me temo que no en todos, los videoclips serán excelentes. Me jode un poco el penoso sonido de lata de conservas de los ordenadores, pero los cascos son una solución cómoda.

Para empezar, y después de disculparme por la extensa y seguramente innecesaria introducción (mis disculpas), dos vídeos muy divertidos, cada uno a su manera.

El primero (
http://www.youtube.com/watch?v=wQg7qOB5Heg) es una joyita hecha con cuatro duros (atención a la cámara lenta en la primera encerrona...). La canción se llama “Junior Kickstart” y huele por todos lados a pelis marrulleras de los setenta y detectives corruptos con gafas de pera de cristal ahumado. Es de unos chalados geniales que se llaman The Go! Team, de su disco “Thunder, Lightning, Strike”, temones a cascoporro, arma letal para cualquier fiesta casera.

El segundo tiene alguna lectura más: impagable el homenaje al universo infantil, reverso perverso incluido. Y sí, tiene mensaje, lo cual ahora tiene muy mala prensa porque los cínicos van ganando la batalla, pero el mensaje es inteligente y entrañable y lo firmo donde haga falta. La canción, “Collarbone” (
http://www.youtube.com/watch?v=nMBndXAaPrw), del “Transparent things” de Fujiya & Miyagi, es, lo voy avisando desde ya, es fatalmente pegadiza (esa línea de bajo trotona, ¡mon dieu!) y para mí, tras unas 120 escuchas no necesariamente consecutivas aunque a veces sí, perfecta.

Hasta la semana que viene. Ojalá os gusten.

K.

Kamerovski

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Neurotoxinas de azucar

Verano negro, negrísimo

Parece que Pancho estaba más enamorado de Bea de lo que parecía.

Edgar Allan Borch

 
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