miércoles, 15 de agosto de 2007

Paridas y Potroclos

Los Bandoleros del Graffiti

Teruel, Zamora, Ávila... y ahora Las Navas de la Concepción. Esos grandes olvidados, convidados de piedra de un tiempo que sigue en marcha a pesar de que sus calles, su plaza...nada existe. Por eso es normal que algunos se declaren en rebeldía. Y Las Navas ha iniciado su particular revolución.

El otro día cogí el coche y me planté en el mismo corazón de la Sierra Norte. Bosques frondosos rodeaban el camino rumbo a El Pedroso. Antes, podía ver los carteles que me indicaban lo poco –o lo mucho– que me faltaba para llegar a mi destino: "El Pedroso 20", "Cazalla de la Sierra 34", "Constantina 29", "La Puebla de los Infantes 26". Pero fue llegar a El Pedroso, pueblo de mi abuelo –por cierto, algún día contaré cómo María Jiménez, la cantante, le quitaba pellejitos a los mochuelos del pueblo cuando se bañaban en el arroyo de este pueblo– y de un tal Lara que fundó una editorial que se llamaba algo así como Planeta, me encontré el inicio de la revuelta. A cada cartel indicativo de un pueblo, aparecía un graffiti que ponía, con un spray verde: LAS NAVAS. No había ni un cartel que hiciera referencia a su pueblo y tomaron botes en busca de la libertad. Incluso algunos, los más radicales, tachaban de forma violenta el indicativo de otros pueblos, como Cazalla de la Sierra, y agrandar así la leyenda de unos aguerridos que, como Curro Jiménez, salen de su escondite en las montañas para defender sus derechos. Los Bandoleros del Graffiti han llegado para gritar a los cuatro vientos una frase: LAS NAVAS TAMBIÉN EXISTE.

Indiana Pons

2 comentarios:

Alfonso Alba dijo...

Ah, Iñaki, qué pocos sabotajes has visto.
Mi pueblo está incluido en una especie de itinerario turístico que se llama "Ruta del Califato" y que supuestamente diseñó un tal Irving. Bueno, el sabotaje es sencillo, un palito menos para la R y la convertimos en P.
Esto también ocurre en el vecino poblado de Montemayor: se tacha la MA y en su lugar se coloca la palabra NUEVA. Qué surge: "MonteNuevayor".
Y así, un largo etcétera que podría adjuntar hasta con fotografías...

Anónimo dijo...

Eso es todo un clásico. Recuerdo esas míticas pintadas que ponían "Villamartín, ciudad de la droga" o La Muela, un poblado cerca de Algodonales, que garabateó durante años su topónimo bajo el cartel de Coripe. Es la localización, cuanto más carteles apuntando, más grande se cree un pueblo, como por ejemplo le ocurre a Cádiz. (Y en esta opinión nada demagógica no tiene nada que ver que sea jerezano)

 
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